El Electrocardiograma (ECG), supone una herramienta indispensable como método complementario de diagnóstico.
Dentro de la cardiología veterinaria, interpretado detenidamente y como parte del cuadro clínico, de él se puede sacar información acerca de la frecuencia cardíaca, ritmo cardíaco, datos sobre hipertrofia/dilatación de cámaras, presumir la existencia de cardiomiopatías (degeneración e isquemias cardíacas), datos sobre alteraciones electrolíticas, metabólicas y algunas enfermedades endocrinas (ya que determinan alteraciones en cuanto a morfología, conducción y excitabilidad) y por supuesto, como método diagnóstico de arritmias y alteraciones en la conducción producidas por cualquier patología cardíaca o extracardíaca.
En Agrosuni recomendamos esta prueba en animales geriátricos, ya que con el tiempo, las válvulas cardiacas empiezan a envejecer también, van degenerando, produciendo un cierre o una apertura inadecuada y esto conlleva alteraciones en la circulación de la sangre dentro del corazón
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